Creemos en la potencialidad de cada ciudad para ser única, para ser diferente, competitiva.
Estamos en la era de la globalización, el cambio climático, la revolución de las nuevas tecnologías… aspectos todos ellos que influyen de manera clave en la gestión de las ciudades.
Para que una ciudad sea atractiva, tanto para sus ciudadanos, como para el mundo exterior, ya no bastan las estrategias tradicionales, ahora es necesario ser competitivo en un mundo global, en un “mercado de ciudades”, hay que buscar la cohesión social, el desarrollo económico, ser respetuoso con el medio ambiente… en definitiva, hay que adaptarse al cambio para sobrevivir.
La gestión de las ciudades debe asemejarse a la gestión empresarial, pues se deben asumir riesgos, promover iniciativas e innovar. Se compite por inversores, tanto nacionales como extranjeros, que ayuden al crecimiento económico y sostenido de la ciudad; se compite por los turistas y, por supuesto, se compite por residentes (empadronamientos). En este entorno competitivo, el gobierno municipal con su toma de decisiones, es la clave del éxito o del fracaso de la ciudad, haciéndola más habitable, más avanzada.